Una rutina de belleza funciona cuando somos constantes y elegimos los productos correctos para nuestro tipo de piel. Una rutina con productos demasiado agresivos o demasiado suaves puede marcar la diferencia y no resultarnos como esperamos.
También es clave saber cómo y qué comprar, ya que muchas de nosotras a veces compramos demasiados productos de un solo tipo, por ejemplo muchas cremas hidratantes y olvidamos otras categorías importantes como limpiadores o protectores solares.
Se pueden llevar adelante rutinas accesibles, rutinas con productos de gama media, rutinas de lujo y mezclas. Lo importante es prestar atención a los ingredientes y a las texturas. En esta guía de uso les muestro cómo aplicar los productos para que cumplan su función.